Internet de las cosas (IoT, por su siglas en inglés) es un concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet. Alternativamente, Internet de las cosas es el punto en el tiempo en el que se conectarían a Internet más “cosas u objetos” que personas. También suele referirse como el Internet de todas las cosas o Internet en las cosas. Si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados por otros equipos, de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.
El Internet de las cosas va mucho más allá. Algunos ejemplos de cosas conectadas a la red que podrían considerarse como parte de ese Internet de las cosas serían los electrodomésticos que están conectados. Ya existen frigoríficos, hornos y lavadoras que pueden ser controladas desde un smartphone gracias a la conexión a Internet con la que cuentan. Ese es solo el primer paso de lo que está por llegar. Tanto a nivel doméstico como a nivel profesional, el Internet de las cosas podría cambiar el mundo tal y como lo conocemos hoy. Pensemos solo en algunas de las aplicaciones que podrían llegar a tener lugar.
El Internet de las Cosas es una realidad y una oportunidad, no solo para generar nuevos productos y servicios valiosos, sino además, para desatar nuevas fuerzas de innovación que transformen nuestras vidas y develen nuevas formas de usar los datos para optimizar muchos de nuestros hábitos y formas de vivir, generando beneficios económicos y sociales de formas casi imposibles predecir.
Finalmente, una economía donde los actores públicos y privados basen sus decisiones sobre datos, información y entendimientos, demandará trabajadores altamente especializados con afinidad por el análisis de datos, las ciencias de la información y el aprendizaje de las máquinas, así como el procesamiento en lenguajes naturales. Todas ellas competencias afines con el amplio espectro del Internet de las Cosas.
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